
Mi viaje de estudios más reciente fue en Etiopía, donde visité las áreas volcánicas de uno de los países con más volcanes en el mundo.
Los volcanes de Etiopía son poco conocidos y se encuentran entre los menos estudiados del mundo, esto se debe a diferentes motivos:
- Su ubicación geográfica en áreas de difícil acceso.
- La falta de recursos locales para sus estudios y descubrimientos.
- La preferencia por el estudio de la apertura del Rift, de parte de instituciones internacionales.
Existen 67 volcanes caracterizados en Etiopía, pero desde mi punto de vista aún no se identificaron al menos una docena de volcanes.
El más conocido es Erta Ale en el norte, que ha estado en erupción de manera continua desde 1967 y atrae turistas de todo el mundo y ha recibido la atención de todas las Universidades e instituciones.
La existencia de fuentes termales a temperaturas cercanas a los 80 grados centígrados indica que el territorio etíope es geológicamente inestable.
La mayor parte del análisis se realiza a lo largo de la falla que separa la placa somalí de la placa africana, el llamado Gran Valle del Rift.
El 12 de junio del 2011, una serie de terremotos azotaron el noreste de Eritrea, los dos choques más fuertes alcanzaron la escala 5.7 en Richter, y una docena más de magnitudes superiores a 4.
Se produjo una erupción en la región, probablemente cerca del volcan Nabro, pero la ubicación exacta no se ha individuado debido a la cantidad de volcanes en esta región.
La falta de estudios y análisis, un terreno geológicamente inestable me hace pensar que hay que estudiar la zona para advertir a la gente de los riesgos potenciales.
Recorriendo las ciudades del Sur, he visto a un gran número de jóvenes y adultos con fluorosis dental relacionados con la contaminación de las aguas subterráneas y superficiales.
El deseo de crear una formación universitaria especializada en volcanología y gestión de riesgos para jóvenes investigadores etíopes y países africanos se convierte en una necesidad.